SANTO DOMINGO.- El presidente de la Fuerza Nacional Progresista, doctor Pelegrín Castillo, advirtió este lunes que el acuerdo entre República Dominicana y Estados Unidos, relativo a la pre autorización del transporte aéreo, constituye un evidente intento de esa nación de coartar o ejercer tutela sobre políticas o decisiones de soberanía en ese ámbito.
Castillo dijo que el aspecto más delicado, y a la vez más cuestionable del acuerdo, lo constituye lo acordado en el artículo III, numeral 6, relativo a las políticas de asilo y refugiados y su remisión a un anexo sobre la materia, en apoyo a las obligaciones internacionales actuales.
Manifestó que en definitiva, esa parte del acuerdo constituye un evidente intento de Estados Unidos de coartar o ejercer tutela sobre políticas o decisiones de soberanía en ese ámbito.
“Se trata de un asunto de gran significación en un contexto global y regional en el que cabe esperar que durante los próximos años, Estados Unidos endurezca sus posiciones. De la lectura del texto y del contexto se desprende, que los EUA aspiran a qué personas que soliciten asilo o refugio en la Zona de Pre-Autorización y que el mismo le sea denegado, puedan ampararse en los instrumentos internacionales para permanecer en el territorio de RD”, observó.
Reconoció, sin embargo, que el acuerdo es importante en materia de seguridad internacional, debido al crecimiento del flujo turístico y a que esa nación se encuentra expuesta a ataques terroristas, dentro y fuera de sus fronteras.
“RD, que tiene mucha debilidad y vulnerabilidad en materia de seguridad, incluida la aeroportuaria, debe hacerse cargo de esa realidad y actuar con la consciencia de que se encuentra en una región que es la tercera frontera de esa potencia mundial, y que por tanto, debe coordinar esfuerzos para evitar que desde su territorio se produzcan acciones en contra de esa nación, toda vez que eso implica graves riesgos a su propia soberanía e integridad”, dijo.
Manifestó que todo indica que la política de Pre-Autorización de EUA, que se está expandiendo a muchos otros países y que sin dudas ofrece algunas ventajas para los estados anfitriones, se inspira en la estrategia de fijar las primeras líneas su defensa aeroportuaria más allá de sus fronteras.
No obstante, observó que para tener una evaluación cabal del acuerdo firmado el 1 de diciembre en Santo Domingo, es indispensable hacer un análisis comparativo con los demás acuerdos de esa índole en vigencia o recién suscritos.
“Este análisis permitirá establecer si el suscrito se encuentra dentro del estándar acordado con otros países, o si por el contrario, está concebido con algunas condicionalidades o singularidades inaceptables”, precisó Castillo.
Declaró que para eso es necesario destacar que el artículo III numeral 4 tiene una redacción muy confusa y cuestionable, dado que del mismo se desprende que acuerdo no excluye la norma de la segunda inspección en territorio de USA, y que la excepción a la segunda inspección se dispondrá por ” un acuerdo por separado o en un anexo al presente acuerdo”.
“No se entiende tampoco la mención respecto a la implementación y mantenimiento de normas y protocolos de inspección de seguridad aérea que sean comparables a los existentes en los EUA”, si ambas inspecciones la realizan las autoridades norteamericanas, señaló Castillo.
Apunte
Aspectos
“Hay otros aspectos del Acuerdo que ameritan clarificación o revisión, como son lo relativo a decomiso, y tasas y multas administrativas. Debe precisarse si algunas de sus disposiciones podrían afectar el funcionamiento y/o los ingresos de la DGM”, concluyó.